Tengo un amor dentro que me quiebra los huesos y cada tanto me hace temblar, por momentos me hace mucho daño, en este momento mientras te escribo me esta doliendo.
Porfa no me digas que el amor no duele, no puedo escucharlo más. Me niego a pensar que esto que siento no es amor.
¿qué es? ¿qué hago con todo esto que hace que me retuerza en la cama y que cada tanto en medio de una caminata se me caiga una lágrima?
Hay un amor dentro de mí que necesita atravesar la pantalla y esta cansado de decir “estoy aquí si me necesitas” porque sabe que no está ahí (o por lo menos no como quisiera).
Todo se me está yendo de las manos, se me cae y cada vez está más aporreadito.
Ya no sé qué hacer y me cuesta callarme.
Bueno, es que ya callé mucho tiempo.
Tener gente que amo lejos no duele tanto.
Duele no tener el control.
Duele no tener en mis manos la posibilidad de entrelazar mis dedos con los suyos.
Duele saber que hay algo más grande que yo que me hace correr y morir de miedo porque nunca supe que ese abrazo rápido que di aquel día era el último.
Tengo un amor hecho pedacitos que cada tanto envío por mensajito con miedo a perderse en el camino.
Es un amor que no necesita sólo de mí, necesita también de ellas, de ellos.
Al final, pa’ qué tanto amor si me estoy ahogando en la soledad en medio de 4 paredes deseando tener la oportunidad de un próximo abrazo y que todos sean como si el mundo acabara en ese instante.
si hay algo de este desastre que te resuena, te prometo que este último episodio de absurdamente real te abrazará.
Con amor infinito,
Ray.