Elegir una cartulina para hacer una pancarta puede ser la tarea más rápida de tu lista, o no.
Para mí, lleva su tiempo
¿Por qué?
Porque hay que pensar en qué color usaré para las letras, si querré sumarle alguna textura con recortes o algún otro elemento para dar un toque mágico.
Estuve como treinta minutos en el Carrefour eligiendo entre el amarillo, el rosa o el violeta.
A Carla le gusta mucho el amarillo, pero una pancarta amarilla se come cualquier tipo de detalle y de letras, es mucho, entonces me bajé de comprar ese color.
Sé que le gusta el rosado, pero ya iban a ser rosadas otras cosas que eran parte del regalo.
OJO
Yo sé que nunca es mucho rosado, pero quería que fuese más colorido.
Carla se parece a la primavera, la primavera no es un solo color.
Si fuese para mí, no dudo en empapelar cada rincón de mi monoambiente color rosado, pero con ella es distinto, quería algo especial y COLORIDO.
Me fui por el violeta.
Ahora
¿Qué tiene que ver Carla en este cuento?
Resulta que llegaba de viaje y yo quería recibirla con una pancarta, no cualquiera, una tierna.
Volvemos a la cartulina violeta.
Llegué a casa y comencé a pintar.
Letras blancas, corazones y flores, amarillas y rosadas.
Ahí sentí que la iba a amar, y me emocionaba mucho cada trazo que hacía porque pensaba en su cara de sorpresa.
Tenía mucho tiempo desconectada de hacer manualidades para regalar.
¿Por qué?
Por muchas cosas, muchos regalos que se quedaron en mi casa porque Jesús nunca quiso recibirlos.
(No importa mucho quién es Jesús)
Pero ahora, en mi presente.
Jesús ya no está.
Esos regalos tampoco.
Y esa Ray mucho menos.
Este fue el resultado:
Una pancarta me reconcilió con las manualidades.
Me permitió hacer feliz a una persona que amo,
y me regaló muchas ganas de seguir armando cositas para la gente.
Todo esto, justo hoy, cinco días antes de mi cumpleaños, me hace pensar en lo mágico que es que podamos resguardar los espacios y las actividades que nos alimentan el alma.
Y con esto una lista de 30 cosas que me hubiese gustado me avisaran antes de los 30 y siento que pueden servirte, o no.
Con amor y brillitos,
Ray.
Siempre es lindo leer lo que escribes, saludos.