ella partirá y él quedará allí
con la sensación de que, quizás estuvieron perdiendo todo este tiempo
Todo comenzó a inicios del 2017, cuando se encontraron en un aeropuerto dos personas que se conocían pero no intercambiaban palabras. Existía una conexión en la distancia, una corriente subterránea de energía que nunca se manifestó en palabras, pero el universo tejía constelaciones para iniciar la consolidación de un vínculo que jamás imaginaron.
Resultaba extraño que un vínculo se consolidara precisamente en un aeropuerto, un lugar impregnado de despedidas, nostalgia, encuentros y desencuentros, para Alex la palabra "desencuentros" definía a la perfección la representación de los aeropuertos. Por otro lado, estaba Tom para él que ‘’nostalgia’’ era mucho más adecuada.
Alex, una chica insegura pero absurdamente simpática e inteligente, era la suma de todos los ecosistemas que conforman su ser. Era artista plástica, cantaba, estudiaba periodismo y tenía un blog donde contaba su vida. Era la embajadora de la romantización de lo cotidiano de la vida, aunque ostentaba el récord de rechazos amorosos, un título que ella misma se adjudicaba.
Tom, un chico determinado pero también inseguro, embajador de la lógica y los números. Un amante secreto de la poesía que confesaba su temor al juicio ajeno. Poseía un asombroso poder para apreciar la belleza sublime de las historias dentro de cada poema que leía y compartirlo con sus personas queridas.
Alex y Tom se conocieron en la secundaria. Tenían amigas en común y asistían a actividades y charlas juntos, pero su vínculo nunca trascendió más allá de un ‘’Hola, ¿qué tal?’’. Sin embargo, en algún momento de su adolescencia, el contacto se desdibujó, sin motivos específicos, simplemente se distanciaron y siguieron con sus vidas.
A pesar de esta distancia, había un contacto cercano/imaginario por redes sociales. Publicaciones aquí y allá, interacciones en publicaciones que no dicen nada, pero sabían de la existencia del otro. Alex sabía que Tom se graduó, que estudiaba en la misma universidad que su mejor amigo, y él sabía que Alex lloró por un libro de Alice Kellen y le gustaba ver basket. Y sí, hacían su vida pública. Sin embargo, nunca se escribieron, elegían el silencio y conocer sus historias a través de la ventana de sus redes.
Lo que Alex y Tom jamás imaginaron era que el destino les tenía preparada una jugada mágica, una carta de sorpresa que transformaría la distancia que marcaron durante tantos años. Un instante de sus vidas iba a cambiar por completo mucho de lo que creían que sabían, que querían y que sentían.
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13 de Febrero 2017
Aeropuerto, Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Alex se despedía de su familia para perseguir su sueño de estudiar Artes plásticas en Londres, y ese mismo día, Tom despedía a su mejor amiga en busca de nuevas oportunidades. Fue en este día que compartieron una mirada diferente, cargada de mucha confusión. Aunque se conocían y sabían de sus vidas, algo en esa mirada rompió la barrera. Por primera vez, ambos sintieron una revolución en su interior al verse.
__Tom______________________________________________________________
De todas las personas en las que pensé que quizás podría llegar a encontrarme en un aeropuerto y ni siquiera sé cómo explicar por qué pienso en qué personas puedo encontrarme en un aeropuerto, sin dudas era ella. ¿Por qué nunca más hablamos? No sé muy bien en qué momento pasó. De hecho, sólo tengo buenos recuerdos de su presencia, de las conversaciones que teníamos y de las sensaciones que me causaba. Allí está con su cabello lacio, sus lentes retro, su sonrisa avasallante, su simpatía, pero también puedo ver su miedo, su evasión a la tristeza. Me quiero acercar, me voy a acercar. Quizás puedo preguntarle ¿cómo está? o, decir la típica frase de ‘’qué loco encontrarte por acá’’ ‘’¿a dónde vas?’’. Basta ya, no entiendo qué me pasa, me siento un tonto, ¿por qué se me hace tan difícil acercarme?, es Alex, la chica del pueblo, la de siempre.
Aunque tampoco me puedo mentir, no es la de siempre, es distinta, crecimos. Definitivamente, no es la de siempre, se está yendo, sola, a quién sabe dónde, no es la de siempre. Su sonrisa me atrapa desde donde está, no puedo dejar de verla. La Natalia de siempre no me hacía desvariar, basta, me acercaré.
___Alex___________________________________________________________
Juro que ya no quiero estar más tiempo acá, quiero que todo sea lo más rápido posible. No entiendo por qué mamá y papá fingen que todo está bien, ¿qué es toda esta mierda?, me podía venir en Uber y simplificar esta obra de teatro con bajo presupuesto. Bueno, basta, “tengo que ser agradecida, todo es temporal, todo esto lo estoy haciendo por mi sueño. Sé que valdrá la pena, capaz ahora no lo entiendo pero lo voy a lograr’’. Espero que toda esta basura que me dijo mi terapeuta de hablarme bonito sirva de algo, porque ya estoy bastante podrida. De la nada me encuentro en el aeropuerto con Tom, wow, que cambiado y que absurdo que más nunca hablamos y encontrarlo acá. ¡Qué guapo que está!. ¿Me peleé con él? No creo, me ve con simpatía, de hecho me parece que se está acercando a saludar, y no voy a mentir, estoy nerviosa, ¿por qué estoy temblando? ¿por qué se me está revolucionando el alma? ¿por qué le brillan los ojos? ¿A mí también me estarán brillando así?.
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Alex y Tom compartieron la sensación de que algo estaba cambiando.
Fueron los 2 minutos de más ansiedad en sus vidas, sólo quedaba una oportunidad para romper el silencio y la distancia antes de que ella partiera y él quedara allí con la sensación de que, quizás estuvieron perdiendo todo este tiempo separados.
¿continuará?
posdata: un cuentito para el domingo de tu amiga ray❤